lunes, 27 de diciembre de 2010

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Recuerdo los inicios en la travesía de la alienación. Lo he comentado con muchos afectados y la historia es la misma. Te encuentras desorientado y confuso, no entiendes cómo tus propios hijos, hasta ahora dentro de los cánones de unas relaciones normales, comienzan a insultarte, a despreciar tus llamadas, a perderte el más mínimo respeto...tu mundo pierde el norte y no entiendes nada de nada. Buscando respuesta a lo que sucede buscas en la red. Qué amargo momento cuando comienzas a leer los síntomas enunciados y que como en un puzle diabólico las piezas encajan en tu propia experiencia; compruebas que sufres una campaña de denigración, que los argumentos de tus hijos se corresponden con los del otro progenitor, como una fotocopia aprendida. Que las respuestas que recibes y el comportamiento de los que más quieres responde a un guión implacable que con horror lees de manera desesperada. Y lo niegas, esto no me pasa a mí, quieres creer que lo descrito no te es aplicable, que te estás comportando como un hipocondriaco. Pero los días pasan y el guión inexorable se va cumpliendo paso por paso, te parece que quien fue tu pareja y tus hijos están al otro lado siguiendo el manual de manera aplicada y con precisión de relojero. Esto lo soluciono yo hablando, que es como se entiende la gente, no puede ser que se olvide toda mi trayectoria, un padre no puede ser denostado de esta manera, aquí hay que dialogar y desenredar los malentendidos...y te encuentras un muro de silencio despectivo o que arrecian insultos que nunca creíste escuchar. Tienes enfrente una jauría incontrolable porque ya careces de ascendencia, es igual lo que digas o lo que hagas, todo será usado en tu contra, se sacan de contexto tus palabras y lo que antes era una broma se convierte en una frase lapidaria que te hunde en la desesperación. Cuando llevas días sin poder ver a tus hijos, escuchas los consejos de familiares y amigos: deja que pase la erupción, que se enfríe la situación, todo volverá a su cauce. Cuando cuentas por horas, por días, esta cruel separación de tus niños, no estás preparado para afrontar que debes empezar a pensar no en semanas ni  en meses, sino en años de desierto afectivo. No lo sabes entonces pero te vas a convertir en un corredor de fondo con un camino plagado de obstáculos. Es un proceso predecible si no se consigue atajar y desgraciadamente las instituciones rara vez responden.  El tiempo se convierte en tu enemigo porque ya intuyes que su paso consolida la situación y crea la muralla infranqueable que se está edificando a tus espaldas. Pasas a la acción, denuncias, alegas, te esfuerzas de manera civilizada en poner de manifiesto este horror injusto. Ya no sabes de tus hijos, están secuestrados emocionalmente y sientes que la impotencia te entierra bajo paletadas de desprecio. Te sientes tú mismo como una víctima del sistema que no te tiende una mano, ni a ti ni a tus hijos, víctimas convencidas de que están haciendo lo correcto. Acabas como un extraño ante los que te eran cercanos y fundamentales y sientes el peso de la culpabilidad por toda la incomprensión del mundo concentrada en una pesadilla sin escapatoria. Preguntas por todas partes, te informas, buscas la complicidad de otros en tu situación pero la respuesta que buscas, la llave que arregla todo esto es la misma pregunta que te lanzan, repetida hasta la saciedad sin respuesta. Alguien sensato, que ya ha pasado por lo mismo, te confiesa que no hay respuesta ni solución, que la única esperanza que te cabe, mejor te vas haciendo a la idea o te vuelves loco, es la resignación al propio paso del tiempo, confiar que tus hijos maduren, se emancipen del círculo que les han trazado y puedan recuperarte. No hay garantías, tu máxima aspiración es no perder el contacto, estar presente mediante mensajes sin respuesta, como un naufrago lanzando botellas a la deriva. Y mientras tanto seguir la vida lisiado, que también sin brazos se sobrevive, ajeno a la formación de tus hijos, ajeno a sus afectos y a su propia vida que quisieras cercana y estrecha, como se supone. Pero no des nada por supuesto. Aparta de ti la envidia sana de ver otros padres con sus hijos, aparta las lágrimas si ves a un padre dando la mano a su hija, algo tan cotidiano y que te parece inalcanzable. Vive con la ilusión de que vendrán tiempos mejores, sin el pesar de los años robados, de la infancia y juventud hurtada a tus hijos, con el ánimo de asistir a la recuperación de otros padres y madres en tu misma senda, que también los hay.
Unos cuantos enlaces que sirven para entender todo esto, nada es un dogma, cada uno afronta el desconcierto como puede. Si identificas tu situación como las que se describen es porque esto está ocurriendo y da igual que las teorías sean objeto de la crítica más severa, que resulte socialmente incorrecto que denuncies lo que pasa, que sin que tengas una actitud violenta se te tache de maltratador. El guión de la alienación incluye la bala de plata que titula este blog. Yo también pensé que no es posible, que no he hecho nada que lo justifique, pero disparar el arma legal con la bala plateada es parte del manual, mejor te haces a la idea, como me dijeron, y te preparas con el mejor blindaje, la mejor coraza: el conocimiento.
http://www.anasap.org/
http://www.sospapa.es/
http://www.secuestro-emocional.org/
http://www.asemip.org/?page=2
http://www.adiospapa.info/
http://www.amordepapa.org/ (Chile)
http://sindromedealienacionparental.apadeshi.org.ar/ (Argentina)
http://www.arantxa-coca.com/
http://www.fact.on.ca/Info/pas/walsh99.htm (en inglés)
http://www.coeffic.demon.co.uk/pas.htm (Reino Unido, en inglés)
http://www.paawareness.org/ (en inglés)
http://www.fathersforlife.org/ToC_parental_alienation.htm (en inglés)
http://www.lespapas.com/pas.htm (en francés)
http://www.acalpa.org/alienationpar.htm (en francés)
http://www.papaseparati.it/ (en italiano)
http://www.padresolohayuno.org (Colombia)

2 comentarios:

  1. Deseo que se publique este sitio en Colombia y se eincluya dentro de los enlaces intertesantes :
    http://www.padresolohayuno.org

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    1. Gracias por tu comentario. He incluído tu página en los enlaces interesantes. Miraré el blog con detenimiento pero te he de avanzar que me ha parecido una gran labor. Felicidades y ánimo...llevas desde el 2011 en esta situación y yo ya cuento por años (4. Un abrazo.

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